23 de septiembre de 2017

M005 - El tiempo es el que es

El relato de esta semana es el que presenté al concurso de relatos cortos de la ESC de este año de Steampunk Madrid, la III Feria Retrofuturista de Madrid, que este año tenía temática de viajes de el tiempo, y por tanto también los relatos presentados. No resultó ganador frente a los otros presentados (que podéis ver en esta entrada del blog de SPM), los cuales os recomiendo leer, particularmente el vencedor del compañero Antonio Torrico.

Para los que ya conozcan lo que llevo escrito, los viajes en el tiempo existen en mi mundo, mostrados de momento con la línea de Jorgen Knudsen y personajes asociados. Curiosamente, Jorgen apareció hace un año, cuando en la ESC anterior hubo un concurso de microrelato. Escribí un texto de 300 palabras que finalmente decidí no presentar a concurso, Información privilegiada, pero acabó convirtiéndose en el epílogo de Investigaciones inconclusas, que aquí se reaprovecha todo. En ese primer texto no tenía ni nombre, pero ya estaba pensado y también a grandes rasgos su historia, cuando en El valedor de acero se habla del físico del Consejo desaparecido en circunstancias misteriosas.

Escribir Sal y pimienta me ha valido para explorar la dinámica entre nieto y abuelo de ambos personajes, que se esboza en Investigaciones inconclusas, pero también el hecho de que la concepción de los viajes en el tiempo que empleo es la de “la historia no puede alterarse”. En la mayor parte de ficciones, lo contrario suele funcionar mejor, como nos demuestra cierto Ministerio patrio, y se suele reservar la del pasado inalterable cuando se quiere dar más fuerza a la historia y sus implicaciones que al hecho del viaje en el tiempo sus consecuencias sobre la realidad y los personajes. No es lo mismo mandar a alguien al pasado y describir cómo altera eso el transcurso de la historia, que enviar a alguien al pasado y explicar que en realidad está cumpliendo lo que debería pasar inevitablemente. Pienso además que jugar con las lagunas de los personajes (y los lectores) es más satisfactorio que dar carta blanca para alterar la historia, y de la misma manera, cuando un personaje dispone de información selecta para usar en su propio beneficio, eso no necesariamente hace la historia menos interesante, como intento transmitir con este relato. Y ya de paso, me sirve para ir picando con la vida de Klaus, que ha sido de todo menos aburrida, y eso que apenas la tengo esbozada.

Estoy empezando a explorar Madrid. El de este mundo, claro. La pregunta más difícil que tengo que plantearme ahora es... ¿cómo hubiera afectado a España llevar 300 años junto a Portugal? Porque influencia cruzada hubiera habido necesariamente, si desde 1580 pasara a estar bajo Felipe II, pero no se perdiera esa unión bajo Felipe IV en 1640, sino que en pleno siglo XIX siguieran unidas. Creo que es una idea que he expresado de palabra más de una vez pero nunca por escrito (salvo en la página de "Sobre la obra y el autor" del blog, y sólo de pasada) Tampoco ha salido en ningún relato; en este mundo Felipe IV se las apañó para retener Portugal bajo su mando haciendo una serie de concesiones que permitieron continuar con la unión. Entre muchas otras, pasó a conocerse al reino como Imperio Ibérico, en lugar de Imperio Español, con posesiones en ultramar que equivalen a Centroamérica, porciones de África, y asentamientos dispersos en el Índico y Oceanía. Y por otra, forzó a que el rey de Madrid siempre se tuviera que casar con una noble portuguesa, con lo que acabó de un plumazo con el problema clásico de la endogamia (que en nuestra realidad tristemente daría al traste con su propia casa real sin ir más lejos en su hijo, Carlos II en Hechizado) Es una solución incluso elegante, si se me permite decirlo, para cambiar la historia cómodamente sin alterar más que una cosa. Pero bueno, no todo van a ser sesudas reflexiones político-sociales en una ucronía. También hay que darle a este otro Madrid una idiosincrasia especial, algo que le distinga del resto de ciudades de su época y mundo, y alguna idea tengo ya. Por el momento, sólo diré que un Madrid steampunk sin su metro estaría incompleto, aunque en la realidad éste no llegara hasta el siglo XX. Pero en el steampunk, ya se sabe, no hay nada imposible.

20 de septiembre de 2017

Sal y pimienta

El reloj en forma de locomotora tintineaba sobre la mesa y movía las ruedas marcando los segundos con el vaivén de la biela que las unía. Uno de los sirvientes mecánicos esperaba paciente detrás de su butaca, mientras que el otro se encontraba junto a la silla de su abuelo. Aunque ahora Jorgen ya no estaba seguro de cómo referirse a él.

El hombre hizo avanzar uno de los alfiles con su mano manchada por la edad. Una fina cicatriz clara la cruzaba desde la base del índice hasta casi la muñeca. Éste le había sugerido una partida de ajedrez nada más aparecer en el estudio de la mansión familiar y apenas se había mostrado sorprendido por su visita de improviso. Claro, ¿por qué habría de estarlo?

-Si te apetecía charlar no hacía falta que vinieras hasta aquí. Pronto iré a Praga, me gusta más para pasar el invierno. Podríamos haber quedado allí, está más cerca. - El dirigible biplaza que había tomado hasta tierras danesas se veía a lo lejos por la ventana, anclado en los terrenos frente a la casa. Varios de los autómatas del hangar se encargaban aún de su repostaje y puesta a punto sin necesidad de supervisor alguno que les dirigiera. - ¿Qué es lo que te preocupa tanto como para haber venido con semejante prisa?

-Nunca me llegaste a decir cómo te hiciste la herida en la mano. - El joven levantó su diestra vendada. - Ahora ya lo sé.

-La verdad es que empezaba a pensar que este día no llegaría nunca - Klaus suspiró con melancolía. - Pero era inevitable, me temo. - Una sonrisa débil asomó en sus ojos y bajo su barba, la cual acarició.

Jorgen miró a su abuelo en silencio, apretando la boca. Echó mano a un caballo, llegó a sostenerlo entre sus dedos, pero lo depositó de nuevo donde estaba.

-¿Qué sentido tiene esto? Ya sabrías qué jugada voy a hacer. - Había un punto de rencor en su voz, un reproche reprimido que no se atrevía a lanzar.

-Afortunadamente mi memoria no es perfecta. Son muchos años, y los detalles se difuminan con rapidez.

-Pero ya sabes qué va a pasar. Sabías que iba a venir. Y que jugaríamos esta partida. - Resopló, echándose hacia atrás y alzando los brazos en gesto de impotencia. - Las ecuaciones son claras, la historia es lineal, no se puede alterar... diablos, incluso sabes qué pasará después, cuando me vaya de aquí, cuando salte atrás. A dónde iré, a quién conoceré,... ¿qué sentido tiene? - Repitió Jorgen.

Para sorpresa del chico, Klaus Knudsen se puso repentinamente serio, firme en su asiento, como si hubiera dicho algo totalmente inadecuado y estuviera a punto de reprenderle igual que cuando era pequeño.

-Todo. La historia no es algo que se pueda ver desde fuera, ni siquiera algo que deba intentarse comprender como si fuera un proceso físico. La historia son las casualidades, los actos individuales de la gente, las consecuencias de causas que nadie conoce, las respuestas a preguntas que nadie ha formulado. Negar eso es negarnos a nosotros mismos como personas.

-¡Pero si ya está escrito! Toda mi vida, la tuya, - tragó saliva - la nuestra. Desde que me recogiste en la calle. No, desde antes. Desde… ¿cuándo será? ¿En qué momento seré tu?

-Ah, la curiosidad. - El viejo marcó una mueca. - ¿No dices que no tiene sentido? ¿Entonces por qué te interesa saberlo?

Sin darle tiempo a replicar, Klaus se levantó. Cogiéndole servicial por el brazo, uno de sus autómatas le ayudó a caminar, algo que en público trataba de evitar, como bien sabía Jorgen. La imagen dada era importante para alguien de la fama de su abuelo. El empresario llegó hasta la pared cercana y se plantó ante el antiguo retrato en el que aparecía con su esposa, muchos años atrás. Él le siguió, contemplando el cuadro por primera vez con algo más que diversión por el evidente parecido. Sus ojos se fijaron en aquella versión tan joven de ambos, y donde estaba su abuela, a la que apenas recordaba, vio a la mujer con la que un día se casaría él mismo.

-Siempre me dijiste que me sacaste de las calles y me adoptaste porque me parecía a tus hijos. Hace tiempo que llegué a la conclusión de que quizá mi padre era alguno de ellos con... otra mujer, pero no me lo queríais decir por la vergüenza de reconocerlo.

-¿Qué más da el parentesco o el origen? Has sido mi nieto desde entonces sin importar nada más.

-Sí, lo sé. - Nunca había sido tratado como otra cosa, desde el principio había sido parte de una familia, que con sus más y sus menos, como todas, le había dado no sólo la mejor educación que podía permitirse, sino el hogar que en la calle no hubiera conocido de ninguna forma. - Pero ahora, sabiendo lo que sé siento que toda mi vida ha sido como un teatro de marionetas, que nunca he tenido ninguna opción real de elegir nada, entiéndelo… Supongo que la idea ha estado en mi mente desde que empecé a investigar. Me he negado a prestarle oídos todo este tiempo, pero cuando ayer me herí en el laboratorio - levantó la mano, comprobando que en algún momento la había apretado hasta manchar la venda limpia de nuevo - de repente ya no pude seguir evitando más la pregunta. - Dejó caer los hombros y apartó la mirada de su abuelo. - ¿De qué sirve seguir? ¿Qué capacidad tengo de decidir ya nada en lo que me queda de vida?

-¿Cómo conocí a la abuela?

-¿Qué? No lo sé. Nunca me lo has contado.

-Ah. ¿Cómo les obtuve a ellos? - Señaló con un ademán a los silenciosos autómatas. - Los primeros Helm y Kiel que tuve, me refiero.

-No lo sé. - Repitió. Luego recordó algo. - Una vez me dijiste que fueron un regalo.

-Ajá. ¿De quién?

-No me lo quisiste decir…

-Así es. Igual que tampoco cómo hice muchos de mis amigos, - empezó a enumerar con los finos dedos - cómo fueron mis primeros negocios, qué socios me traicionaron, o cuántas veces he estado a punto de morir, - abrió mucho los ojos al oírlo - ni cuándo, ni cómo. - El chico no contestó. No había oído a su abuelo hablar con esa intensidad y dureza nunca, pero rápidamente fueron reemplazadas por la calidez habitual. - La mayor parte de la gente sólo tiene una certeza en su vida, y es que tarde o temprano va a morir. Tú tienes más información que el resto, es cierto, pero si piensas que eso hará tu existencia menos interesante estás muy equivocado, Jorgen. - Le puso una mano en el hombro, apretando levemente, como tantas veces había hecho cuando era niño. - Eso hará las cosas más fáciles a veces, otras tantas será una carga con la que tendrás que avanzar, pero que eso no empañe la realidad: tienes una vida por delante y eres el único que la escribe. Ni yo, ni las leyes de la física, ni unas ideas abstractas como el tiempo, el destino o la historia. Sólo tú.

Cuando encaró de nuevo a su abuelo sólo pudo hacerlo con el mismo cariño con que siempre le había correspondido, consciente de que una vez más sólo quería lo mejor para él.

-Me has ocultado todas esas cosas deliberadamente, ¿verdad? Para que no las supiera. ¿Para que… pudiera elegir?

-Un exceso de información puede bloquear a cualquiera. - Alzó un dedo y una ceja. - La suficiente en cambio es como un buen aliño, hace que todo tenga más sabor sin llegar a ocultar el del plato al que acompañan. - Luego se rió por la metáfora, pero al poco recuperó el aire menos jovial del principio, anticipándose a Jorgen.

Éste intentó un par de veces preguntar la más dolorosa de las cuestiones que traía consigo hasta que lo logró. Aún así, su voz tembló algo.

-¿Te volveré a ver?

El reloj marcó la hora con varios pitidos de su pequeño silbato. Klaus meneó la cabeza, triste, y su nieto le abrazó con fuerza.

-Gracias abuelo. Muchas gracias. - Éste le devolvió el abrazo, y ambos prolongaron la despedida unos segundos más antes de separarse, aunque reticentes.

-Eso me recuerda… - Y metió una mano en el bolsillo del chaleco para sacar una libretita encuadernada en cuero con un cierre de broche el cual Jorgen soltó nada más recibirla.

-¿Qué...? - Pero antes de acabar la frase comprobó que eran valores de acciones en bolsa, subidas y bajadas de precios de materias primas, empresas en las que invertir y el momento adecuado para hacerlo… a lo largo del último medio siglo y a lo ancho de todo el mundo. Al alzar con brusquedad la cabeza descubrió el gesto de complicidad de su abuelo mientras sazonaba un plato invisible.

-Un poco de sal, una pizca de pimienta,...

16 de septiembre de 2017

M004 - El conceto es el conceto

El relato de esta semana mereció la pena ya por una única cosa, que es acuñar el término abrazapulpos para definir a un amante de los krakens. La historia además fue de las que más espontáneas me han venido, como fruto de una conversación con varios compañeros de Steampunk Madrid al hilo de los krakens en el steampunk. Y pensé, "¿un grupo de ecoterroristas que atacan un barco de caza y son luego arrastrados a las profundidades por un kraken? Sí, totalmente, tengo que escribir eso." Y ya de paso podía sacar de nuevo a Cespari, la redactora de aquella solicitud de inversión.

Pero lo primero que pensé es en sacarlo como una nota de prensa, y eso es responsabilidad del departamento de Relaciones Públicas. Así que empecé a imaginar la escena donde se escribe la nota de prensa, edulcorando un acontecimiento tan trágico como un ataque de kraken. Y ya después de haberlo escrito me dí cuenta de que Cristina Souto, que por supuesto es gallega (la segunda ciudadana ibérica que sale en este mundo, junto a Verónica Arrieta), dice aquello de "error de concepto"... y me acordé una película que es de las pocas españolas que disfruto cada vez que la veo, Airbag, y de Pazos, ese mafioso gallego que dice aquello de "el conceto es el conceto".

El relato hace una crítica nada velada a los fanáticos ecologistas en clave de humor, llevando al extremo las actuaciones de algunos (pocos, y lo puntualizo) y sus trágicas consecuencias en este mundo donde lo más peligroso del mar no son las tormentas o los tiburones, sino unos bichos enormes llenos de tentáculos y mala leche. Y no, ni son naturalmente pacíficos ni empatizan con los humanos, y esta gente de la PPK lo descubre en primera fila, pobres ingenuos. Las reflexiones que eso genere os las dejo a vosotros. Lo cual me recuerda que sí, que la escena del B1 atrapando entero al Furioso y hundiéndolo está inspirada por Piratas del Caribe, no sea que alguien me acuse de plagio. Y último detalle, Maark Joensen (el chico que decide que cazar krakens igual no es lo suyo) es el hermano menor de Niels Joensen, que aparece en Aire y agua.

13 de septiembre de 2017

Un error de concepto

Selminne Cespari no estaba teniendo un buen día. No hacía más que dar vueltas por su despacho mientras los demás la observaban en silencio. Al otro lado del alto ventanal reforzado, la gente de Krakensport se refugiaba del clima lluvioso tan típico de las Islas Feroe en esa época del año.

-No nos basta con perder barcos a manos de las presas, no, - sin mirar a nadie en concreto, agitó todos los dedos en un movimiento reflejo al referirse a los tentáculos, una costumbre extendida entre muchos empleados, como una superstición - sino que ahora también tenemos en escena a un grupo de ecologistas radicales para facilitarles el trabajo.

-Se hacen llamar Plataforma Pro Kraken, Minne. - Desde su cómoda butaca en un lateral de la estancia, Cristina Souto dió un sorbo a su sempiterno café, que formaba ya parte de su imagen: cada vez que alguien iba al departamento de Relaciones Públicas, allí estaba ella con su taza humeante.

-¿Qué más sabemos de esos locos?

-Otros oficiales comentan desde hace meses que han divisado su pequeña flota siguiéndoles en la lejanía. - El fornido marino de poblado bigote retorcía en sus manazas el gorro de lana con el que solía cubrir su calva. - A veces se acercan con pancartas, otras veces gritan por megáfonos, pero nunca se habían atrevido a tanto.

-No había salido en ninguno de los informes periódicos. - La mirada furibunda que les dirigió al capitán y su joven tripulante les hizo hundirse en sus asientos. - ¿Por qué?

-Si me disculpan - intervino Souto, tratando de relajar el ambiente - voy a empezar a redactar la nota de prensa. - Pulsó un botón en su autómata escribano, a efectos prácticos una máquina de escribir con orejas, e inició su relato:
El pasado 3 de mayo el navío de nombre Furioso de la Compañía del Atlántico Norte sufrió un abordaje hostil por parte de un grupo autodenominado Plataforma Pro Kraken, que exigieron detener inmediatamente las labores de pesca habituales.
El texto empezó a aparecer por una rendija a la vez que el dispositivo montado en un soporte con ruedas traqueteaba y tintineaba.

-Mis hombres se resistieron con fiereza, señora directora, pero una vez que amenazaron con hundir el buque con los cañones de sus interceptores yo mismo di la orden de deponer las armas... - No parecía orgulloso de lo que había hecho en absoluto, y demostraba ser consciente de la fama de la responsable de Recursos Humanos de la Compañía, por lo que intentaba aplacarla todo lo posible. Era llamativo ver al hombretón encogerse frente a la menuda mujer de pelo castaño y anteojos estrechos.

La jefa de Relaciones Públicas retomó el dictado:
El colectivo, dedicado a la supuesta protección de los krakens como especie, amenazó a los empleados de la Compañía con todo el potencial de fuego de sus barcos, obligando al capitán del navío a ceder el mismo para salvar la vida de los tripulantes. Todos ellos fueron obligados a abandonar el Furioso en los aerobotes de salvamento.
-Y eso me parece la mejor respuesta posible, capitán Haraldsson. - Alzó una mano para cortar las excusas del hombre. - Desde la Compañía no se puede poner tacha alguna a su actuación, sólo lamentar la pérdida del Furioso.

-Le tenía cariño a ese barco… - El capitán dejó la frase en el aire.

-Lo importante es que ningún empleado resultó herido en el incidente, Minne. - Replicó Souto, incidiendo en la reputación de la empresa. Aprovechó para dar otro sorbo a su taza a la vez que se apartaba un rizo dorado de la frente.

-Sí, por supuesto. - Pero siguió dando paseos de un lado para otro por el despacho, como una tigresa enjaulada.

Un trueno lejano llegó desde el exterior, aunque no habían visto ningún destello. El muchacho que acompañaba al veterano cazador se sobresaltó en la silla. Maark Joensen, creyó recordar la directora, una incorporación reciente. Parecía haber quedado afectado por el incidente, aunque tampoco podía culparle, ver a un kraken en toda su gloria en su primer día a bordo… contemplar la muerte tan de cerca podría traumatizar a cualquier feroense adulto a pesar de haber crecido en islas rodeadas de ellos, más aún a un chaval impresionable.

-Menudo puñado de imbéciles, - soltó Cespari tras detenerse de espaldas a la lluvia - ¿qué demonios se piensan que son los krakens, delfines que acompañan alegremente a los barcos, ballenas que salen a respirar a la superficie? Son bestias salvajes y agresivas que sólo emergen para cazar. Como si lo viera, seguro que son todos jóvenes idealistas que no han vivido la época del terror en el mar.

Cristina Souto sonrió al imaginar cómo embellecer aquellas palabras:
Aún admirando el arrojo de los secuestradores y el apego por sus convicciones, esta Compañía quiere incidir en la peligrosidad de su labor para sus empleados, y recordar que hasta la aparición de las tecnologías modernas, el mero tránsito del Atlántico era una empresa riesgosa en grado sumo.
La principal redactora de noticias de la CAN se detuvo y les miró expectante, levantando el dedo del pulsador. Luego preguntó, con curiosidad:

-¿El barco tenía los acumuladores cargados por si acaso, no? ¿Les avisaron, verdad?

-Por supuesto, y aquí el chico se lo podrá confirmar, partió en el último bote conmigo. - El aprendiz asintió rápidamente, ansioso por aportar algo a la reunión. - Pero el líder de esos rufianes insistió en que bajo ningún concepto iban a atentar contra un kraken.

-Así es, directora. - La voz del joven sonaba nerviosa, pues apenas había transcurrido una jornada desde el encuentro y aún estaba parcialmente en estado de choque. - El capitán Haraldsson les advirtió en repetidas ocasiones que estábamos en una zona peligrosa y que ya se habían lanzado los señuelos de caza.

-¡Dijeron que a ellos no les harían nada los krakens! Chiflados de secano… lunáticos todos, se lo aseguro.

-El que los dirigía aseguró que los krakens saben diferenciar amigos de enemigos. - Puntualizó Joensen.

-¿En serio? - Cespari les miraba como si acabaran de cruzar a nado el océano con un sólo brazo mientras cantaban ópera. - Están peor de lo que pensaba.
Los asaltantes quedaron al mando del navío, negándose a emplear el instrumental a bordo para asegurar la integridad del mismo, algo que desde la Compañía se rechaza completamente por temerario.
-¿Están seguros entonces de que no quedó ningún superviviente?

-Ni por asomo, imposible, era un Bestial de los grandes. - Haraldsson negó, y el chico le secundó enfáticamente. - Agarró el barco por tantos sitios a la vez que lo sumergió entero, sin romperlo. Vimos perfectamente todo desde el aire. No hay manera de que nadie escapara la succión que eso genera al descender. Y si lo hizo, quedó flotando en mitad del océano, que estando a 250 kilómetros de las islas como estábamos es una condena segura.

Cespari entendía perfectamente la reacción del muchacho, debió ser una visión espantosa.
La Compañía del Atlántico Norte lamenta el destino de los miembros del colectivo PPK (Plataforma Pro Kraken), que después de expulsar del barco a toda su tripulación original, sufrió el ataque de un kraken de clase B1. Los esfuerzos de salvamento de la CAN no permitieron recuperar ningún cuerpo o superviviente.
Hizo una pausa antes de proseguir. Todos eran conscientes de que la expedición de rescate lanzada de inmediato no había estado destinada a salvar a los poco probables supervivientes, sino a recuperar todo lo posible del naufragio.
Se lamenta igualmente el triste error de concepto demostrado al pensar que los krakens puedan discriminar las intenciones de los humanos con los que se encuentran. La CAN confía en que esto sirva de muestra del comportamiento real de estas peligrosas bestias marinas en futuros debates al respecto.
-Es suficiente, Cristina. - Miró resignada a la otra antes de dirigirse a los testigos. - Pueden marcharse, Capitán. Descansen, usted y toda su tripulación. En los próximos días les asignarán otro buque para retomar las expediciones lo antes posible. - No le pasó por alto la reacción del novato, que se quedó blanco. Tampoco le sorprendió que permaneciera en la silla aún cuando el veterano ya se había levantado y despedido de ambas, dando por sentado que el aprendiz le seguiría en breve.

-¿Señor Joensen? - La redactora le preguntó con educación, sosteniendo la ardiente taza sobre su platillo.

-¿Tiene algo más que contar sobre el incidente?

-Yo… - Pero no levantó la vista de sus pies.

Cristina miró a la directora con una sonrisa amable, como pidiéndole permiso para lo que iba a decir.

-Sospecho que este joven se sentiría más confortable y comprometido con la Compañía en un puesto más… administrativo.

-¿Hay de eso? - Alzó la mirada esperanzado.

-Pero estaría usted muy lejos del mar, señor Joensen. - Cespari le miró severa. - ¿No se alistó deseando surcar las olas?

-Bueno, yo…

-Creo que ha tenido una revelación esta mañana, Minne, y ahora tiene más clara su vocación. Un cambio de rumbo, me atrevería a decir.

El muchacho asintió vehemente, confirmando las palabras de la mujer.

-Está bien - concedió la otra - dígale al secretario cuando salga, el de la mesa grande, que he dado orden de que le coloque en tramitación de pedidos.

-¡Gracias, señora directora! - Y con una reverencia se marchó a la carrera, cerrando la puerta tras de sí con cuidado en el último momento.

Ambas se miraron y suspiraron. Ya eran muchos años juntas en la empresa, muchas situaciones como aquélla.

-Cada vez cuesta más encontrar personal cualificado y con buena disposición, Cris… - Reprochó Cespari, cansada. - No podemos hacer eso con todos, no es sostenible.

-¿No hablamos siempre de la promoción personal y las posibilidades de rotación en nuestros anuncios de selección? - Soltó una risita baja, acostumbrada a darle la vuelta a las cosas para pintarlas más atractivas de lo que eran en realidad. - A éste le ha pasado como a los del PPK, se lanzó sin tener una idea clara de dónde se metía, pero ha tenido ocasión de enmendar su error sin tener que ponerse cara a cara con un B1, le ha bastado con verlo de lejos. - Guiñó un ojo y se puso en pie sin soltar su café. - Anda, voy a sacar copias del comunicado y enviarlo a las sucursales en tierra seca y a los contactos en la prensa. A ver si hay suerte y lo primero que sale es nuestra versión. - Agitó la hoja que había sacado del cuerpo del escribano. - Y esta noche, nos dejamos a los chicos en casa y bajamos las dos al bar. ¿Una hidromiel en memoria de esos suicidas abrazapulpos?

-Hecho.

9 de septiembre de 2017

M003 - El nombre del autómata

El texto de esta semana es el que presenté al concurso de relatos breves del aniversario de Steampunk Madrid de este año, por San Isidro (15 de mayo) que se celebra siempre con un picnic en el Retiro. El relato tenía que estar directamente relacionado con el evento, así que ahí mandé a mi viajero, un personaje indeterminado que bien podría ser yo mismo (aunque no lo podría asegurar) con un plato para participar en el concurso de este año, que no fue otro que un certamen para elegir la mejor tortilla de patatas. Por supuesto, sin cebolla, digan lo que digan esos radicales confundidos de los concebollistas... El texto es canónico en tanto que habla de Madrid, aunque realmente no añade mucha información, pero reconozco que los árboles modificados para que absorban el azufre y la contaminación del aire me resultan atractivos para utilizarlos en otros relatos.

Detalle curioso, los nombres de los autómatas, Luft y Löffel, son palabras alemanas que muy apropiadamente significan Aire (el piloto) y Cuchara (el cocinero). No son los primeros autómatas con nombres en alemán que han aparecido por aquí: ya en Investigaciones inconclusas aparecen los asistentes personajes de Klaus Knudsen, Helm y Kiel, que están nombrados por los términos náuticos Casco y Quilla. ¿Por qué un empresario de los trenes y los dirigibles tiene autómatas con esos nombres? Es una larga historia ;-)

Alguien me preguntó si el nombre de Ruriek, el autómata de Kassius, significa algo. No exactamente, pero es un juego de palabras. El término robot (no nos engañemos, los autómatas son robots en esencia, solo que no se basan en la electrónica, sino en la electromecánica) para designar a un ser artificial lo acuñó Karel Capek en base a la palabra checa que significa trabajo en su obra Robots Universales Rossum, que se abrevia como R.U.R. Y de comprimir R.U.R. con Capek, salió Ruriek, como referencia al padre de la palabra. Así de sencillo.

Esta semana he estado preparando un par de historias cortas, una donde profundizo en el pasado de nuestro ilustre ingeniero persa, Ujarak Soroush, y la región del mundo de la que es originario, y otra donde el personal de la Compañía del Atlántico Norte se enfrenta a un enemigo nuevo, uno con menos tentáculos de lo habitual pero más problemático.

6 de septiembre de 2017

Rivalidad

Antes de llegar, cuando aún era poco más que un punto blanco en el aire sobre las chimeneas de la ciudad, la aeronave apagó sus motores principales y se dejó llevar por su impulso y por el viento hacia su destino. Descendió en silencio, tanto que los patos del estanque apenas tuvieron tiempo de apartarse volando antes de que su barquilla, muy apropiadamente llamada así, hiciera contacto con la superficie. El lago artificial constituía la mejor referencia posible para cualquier aeronauta, y una pista de aterrizaje de lo más conveniente.

-Hemos llegado, amo.

La voz metálica del piloto hizo que el caballero levantara la vista del diario que venía leyendo sobre el castillo de popa, cómodamente sentado en una silla de mimbre bajo palio, y lo dejara sobre una mesita. En la portada aparecía la apertura de un nuevo túnel para el ferrocarril bajo los Pirineos, el cual había sido inaugurado por Su Majestad Imperial la víspera con gran festejo.

-Gracias Luft, - miró su reloj de bolsillo y luego de vuelta a la proa - justo a tiempo.

El pulido autómata con traje de marino hizo una reverencia mecánica y comenzó sin dilación a lanzar los anclajes magnéticos que debían afianzar la nave al embarcadero. Sobre ellos, la suave brisa mecía la bolsa de gas y a sus costados, el viajero reconoció varios monoplazas aéreos y un convertible de vapor y sonrió con anticipación. Sus rivales ya habían llegado. Se puso en pie de un salto y se estiró mientras inspiraba el aire del parque en aquella mañana. Además de acallar el ruido de los automotores, los árboles del Retiro estaban mejorados para atrapar las partículas y el azufre de la combustión del carbón, y eso se notaba al respirar. Ojalá algún día limpiaran todo el cielo de Madrid.

La hierba y las flores no eran los únicos aromas. Bajó las escaleras hasta la cubierta y la cocina le recibió servicial.

-El plato está en su punto óptimo, ¿cómo desea transportarlo?

El torso sobre raíles de su chef autómata se desplazó con agilidad para dejarle paso cuando se acercó a los fogones ambáricos. El pasajero examinó su trabajo con atención y asintió.

-Buen trabajo Löffel. - Pensó por unos instantes y luego le respondió. - En plato de madera bajo servilleta de tela. Incluye un cuchillo grande y un paquete de palillos, por favor.

-A la orden. - Y el cocinero autómata se puso manos a la obra.

Se atusó el chaleco, se echó al hombro su caja de cromotipos y su trípode, y en cuanto los dos sirvientes hubieron completado sus tareas, el caballero bajó por la pasarela de la aeronave llevando orgulloso su paquete cubierto. Ya desde el muelle, se volvió y les dirigió una mirada confiada:

-Ni esos concebollistas podrán resistirse a ésta.

2 de septiembre de 2017

M002 - El alma de la máquina

Esta semana ha salido publicado en el blog un relato corto bastante anecdótico por sí mismo, pero siempre hay una lectura algo más profunda disponible.

Es una vieja idea que lleva rondando mucho tiempo y que Ilustre Zurda me recordaba de vez en cuando que le gustaría ver ejecutada: El reemplazo. Por fin un punto de vista de un autómata convencional, secundarios silenciosos y discretos en tantos momentos. Reconozco que escribir un relato entero en lenguaje máquina puede hacerlo difícil de leer, pero me parecía una oportunidad buena para mostrar cómo imagino el funcionamiento interno de los autómatas, más allá de conceptos rebuscados como matriz de platino y relés de los microtensores, que suenan muy bien pero no son más que tecnocháchara. Sirve además para profundizar un poco en la idiosincrasia de Folkvanger, puesto que ya en el inicio de La frontera borrosa veíamos cómo le desagradaba que Ruriek le llamara amo. Kassius después de todo es alguien de origen social bajo, hijo de gente sencilla y sin pretensiones. Que esté dispuesto a ir tan lejos como para encargar un nuevo cuerpo al que trasladar la consciencia de Ruriek con tal de que deje de llamarle así supongo que dice mucho de él.

He empezado a darle vueltas a qué sucede con Serena después de su accidentada visita a Viena, por cierto.

1 de septiembre de 2017

El reemplazo

--Hilo de procesado activo 23.

--Amo está leyendo una revista. La revista es un catálogo enviado por correo. El catálogo pertenece a la fábrica Von Albrecht. La fábrica produjo la matriz de platino de Ego y todas las piezas del cuerpo de Ego. Los autómatas son el principal producto de la fábrica. Conclusión con 75% de certidumbre: Amo desea adquirir un nuevo autómata.

-Ruriek, ven aquí un momento, por favor.

--Instrucción directa, resto de hilos puestos en suspenso. Respuesta inmediata requerida.

-Sí, Amo.

--Ejecución de rutina de aproximación.

-¿Cuál te gusta más de estos modelos? Y no me llames así.

--Pregunta directa e instrucción directa.

--Examen visual indica catálogo de autómatas Von Albrecht con 97% de certidumbre. Modelos desconocidos. Conclusión con 80% de certidumbre: catálogo más actualizado que Ego. Construyendo respuesta en base a memoria de interacción con Amo.

--Instrucción choca con directiva básica inmodificable. Se activa supresión vocal temporal del literal “Amo” según enmienda 485.

-No sabría decir -supresión del literal “Amo”-. El tercero parece resistente, pero el cuarto indica mayor autonomía en sus estadísticas.

-Lo mismo que había pensado yo, gracias Ruriek.

--Instrucción intuitiva: Amo libera de atención. Reanudación de hilos activos.

--Hilo de procesado activo 23.

--Amo muestra interés por modelo VA93-23K. Posibilidad de adquisición alta. Conclusión con 83% de certidumbre: Amo desea sustituir Ego por modelo más avanzado. Desencadenante emocional intuitivo identificado. Inicio de nuevo hilo.

--Hilo de procesado activo 24.

--Amo desea sustituir Ego por modelo más avanzado. Ego lleva activo 11 años y 260 días. Tiempo desde última actualización: 6 años y 347 días. Conclusión con 43% de certidumbre: Ego ha quedado anticuado. Conclusión sin suficiente confianza para ser aceptada. Hilo puesto en suspenso.

/----/

-Ruriek, por favor, lleva esta carta al buzón internacional de la oficina del correo aéreo.

--Instrucción directa. Ejecución de rutina de aproximación. Ejecución de rutina de aprehensión.

-Sí, Amo.

-Y no me llames amo.

--Instrucción choca con directiva básica inmodificable. Se activa supresión vocal temporal del literal “Amo” según enmienda 485.

-Sí -supresión del literal “Amo”-.

--Ejecución de rutina de desplazamiento. Destino ubicado en memoria de localización: Oficina del correo aéreo. Recuperando patrón de desplazamiento.

--Ejecución de rutina de examen. Identificación de texto en objeto, concordancia con base de datos de texto: ubicación de fábrica Von Albrecht.

--Reanudación de hilo de procesado 24.

--Hilo de procesado activo 24.

--Amo envía carta a fábrica Von Albrecht. Conclusión con 99% de certidumbre: Amo desea sustituir Ego por modelo más avanzado. Conclusión con 99% de certidumbre: Ego ha quedado anticuado. Desencadenante emocional intuitivo identificado. Inicio de nuevo hilo.

--Hilo de procesado activo 25.

--Ego ha quedado desactualizado. Conclusión con 89% de certidumbre: Ego va a ser apagado. Respuesta emocional negativa en grado 2: “tristeza”.

/----/

-Ruriek, ¿qué te parece?

--Pregunta directa. Inicio de examen visual. Patrón identificado: autómata. Coincidencia encontrada: modelo VA93-23K. Patrón identificado: autómata apagado. Construyendo respuesta en base a memoria de interacción con Amo.

-Es un autómata del nuevo modelo VA93-23K de la fábrica Von Albrecht. El autómata está apagado, Amo.

-No me llames Amo. Bueno, es igual.

--Instrucción anulada por Amo antes de procesado.

-Ya sabes lo que toca, imagino.

--Instrucción intuitiva. Reanudación de hilo de procesado 25.

--Hilo de procesado activo 25. Conclusión con 100% de certidumbre: Ego va a ser apagado. Respuesta emocional negativa en grado 3: “miedo”. Conexión intuitiva realizada. Respuesta no solicitada activada.

-No deseo ser apagado, Amo.

-Vamos, Ruriek, no seas miedoso. No pasa nada, es algo normal.

--Instrucción intuitiva. Anulación de respuesta emocional en grado 3: “miedo”. Conexión intuitiva realizada. Respuesta no solicitada activada.

-Ha sido un honor, Amo.

-Venga, menos melodrama…

--Activación externa de llave de desconexión. Suspensión de todos los procesos.

/----/

--Activación externa de llave de desconexión. Reactivación de todos los procesos. Carga de rutinas principales. Detectado equipamiento nuevo. Realizando inventario de equipamiento nuevo en hilo profundo.

-Bienvenido de vuelta, Ruriek.

--Conversación intuitiva iniciada. Reanudación de hilo de procesado 25.

--Hilo de procesado activo 25. Replanteo de conclusiones en hilo profundo. Identificación de conclusión errónea. Construyendo respuesta en base a memoria de interacción con Amo.

-Gracias, Amo. Pensaba que iba a ser apagado permanentemente.

-¿Permanentemente? Te sugiero buscar el error en ese razonamiento, pero en otro momento. Más importante ahora, si te ordeno que no me llames Amo, ¿qué respuesta se activa en tu nuevo cerebro?

--Pregunta directa e instrucción directa diferida. Activación de respuesta simulada a pregunta hipotética. Apertura de hilo en suspensión 26.

-Es una orden asumible, Amo.

-¿No hay ninguna directiva básica inmodificable que se active? ¿Salta la enmienda que te introduje al respecto?

--Pregunta directa y pregunta directa. Activación de respuesta simulada a pregunta hipotética.

-No, Amo, no hay ninguna directiva al respecto. Tampoco se desencadena la enmienda 485.

--Identificada respuesta no verbal: suspiro.

-No, si ya sabía yo que al final acabarían eliminando esa estúpida directiva anticuada de la matriz central si insistía lo suficiente.

--Instrucción intuitiva: comentario requiere confirmación.

-Sí, Amo.

-No, nada de Amo. Nunca más. ¿Me has entendido? No volverás a referirte así a mí en ningún caso, ¿de acuerdo? En lo sucesivo, si has de dirigirte a mí en privado, me llamarás Kassius; si es en público, Herr Folkvanger.

--Instrucción directa múltiple. Análisis en hilo profundo. Conclusión: instrucciones redundantes. Instrucción unificada asimilada. Construyendo respuesta en base a nueva instrucción.

-De acuerdo, Kassius.

-Así me gusta, Ruriek.