9 de septiembre de 2017

M003 - El nombre del autómata

El texto de esta semana es el que presenté al concurso de relatos breves del aniversario de Steampunk Madrid de este año, por San Isidro (15 de mayo) que se celebra siempre con un picnic en el Retiro. El relato tenía que estar directamente relacionado con el evento, así que ahí mandé a mi viajero, un personaje indeterminado que bien podría ser yo mismo (aunque no lo podría asegurar) con un plato para participar en el concurso de este año, que no fue otro que un certamen para elegir la mejor tortilla de patatas. Por supuesto, sin cebolla, digan lo que digan esos radicales confundidos de los concebollistas... El texto es canónico en tanto que habla de Madrid, aunque realmente no añade mucha información, pero reconozco que los árboles modificados para que absorban el azufre y la contaminación del aire me resultan atractivos para utilizarlos en otros relatos.

Detalle curioso, los nombres de los autómatas, Luft y Löffel, son palabras alemanas que muy apropiadamente significan Aire (el piloto) y Cuchara (el cocinero). No son los primeros autómatas con nombres en alemán que han aparecido por aquí: ya en Investigaciones inconclusas aparecen los asistentes personajes de Klaus Knudsen, Helm y Kiel, que están nombrados por los términos náuticos Casco y Quilla. ¿Por qué un empresario de los trenes y los dirigibles tiene autómatas con esos nombres? Es una larga historia ;-)

Alguien me preguntó si el nombre de Ruriek, el autómata de Kassius, significa algo. No exactamente, pero es un juego de palabras. El término robot (no nos engañemos, los autómatas son robots en esencia, solo que no se basan en la electrónica, sino en la electromecánica) para designar a un ser artificial lo acuñó Karel Capek en base a la palabra checa que significa trabajo en su obra Robots Universales Rossum, que se abrevia como R.U.R. Y de comprimir R.U.R. con Capek, salió Ruriek, como referencia al padre de la palabra. Así de sencillo.

Esta semana he estado preparando un par de historias cortas, una donde profundizo en el pasado de nuestro ilustre ingeniero persa, Ujarak Soroush, y la región del mundo de la que es originario, y otra donde el personal de la Compañía del Atlántico Norte se enfrenta a un enemigo nuevo, uno con menos tentáculos de lo habitual pero más problemático.

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